¿Qué son los impuestos sobre ventas y uso?
Si tu negocio vende productos—o ciertos servicios—es posible que debas cobrar y remitir impuestos sobre ventas y uso. Aquí está la diferencia:
Impuesto sobre ventas: Es el impuesto que tu negocio cobra al cliente en el momento de la venta. Luego, debes enviarlo al estado.
Impuesto sobre uso: Aplica cuando compras artículos sujetos a impuestos fuera del estado (sin pagar impuesto sobre ventas) y los usas en tu negocio. Tú eres responsable de reportarlo y pagarlo al estado.
Ejemplo:
¿Vendes un producto dentro del estado? → Cobras impuesto sobre ventas al cliente.
¿Compras materiales por internet sin impuestos? → Pagas impuesto sobre uso al estado.
Las reglas varían según el estado y el tipo de negocio, por eso es importante mantenerse al día para evitar auditorías o multas.
¿Por qué es importante mantenerse al día con los impuestos sobre ventas y uso?
Cumplir con los impuestos sobre ventas y uso no solo es una obligación legal—también protege la estabilidad y reputación de tu negocio. Aquí te explicamos por qué es esencial:
Evitas multas y sanciones: No reportar o pagar estos impuestos puede resultar en cargos adicionales, intereses y auditorías estatales.
Mantienes tu negocio en regla: Estar al día con tus impuestos demuestra responsabilidad y te ayuda a conservar tu registro activo con el estado.
Generas confianza: Los clientes, proveedores y entidades financieras valoran a las empresas que cumplen con sus obligaciones fiscales.
Aunque parezcan pequeños, estos impuestos pueden acumularse rápidamente!